Esta mañana muy tempranito se fué Julia. La acompañé a la Estación de Termini y allí nos despedimos por unos pocos meses.Como todas las visitas que recibo por aquí comienza con inquietud. ¿será todo igual después de tanto tiempo? ¿estaremos cómodos?...Es esa inseguridad que uno lleva consigo desde pequeñito y que poco a poco debo aprender a olvidar. La inquietud fue tornándose en tranquilidad, y con el paso de los días volví a ver a la Julia que me dejé en Sevilla el año pasado, con la que puedo hablar y hablar de historias pasadas y futuras dejando volar nuestros más extraños pensamientos, aquella con la que me peleo mil veces por minuto, y a la que hecho de menos cuando de protestar se trata. Al final ha hecho que vuelva a echar de menos uno de esos trocitos de Sevilla que aquí me faltan...
Hemos gastado los días en algunas dosis de turísmo, muchos ratos de botellón, un viaje increíble a una de las ciudades más bonitas del mundo y un puñado de conversaciones que ya me hacían falta. Con ella he recordado historias que parecían demasiado lejanas en el tiempo, y que al recordarlas ví que no solo no estaban lejos, sino que están aún por delante. Hemos reído y hemos jugado a soñar que cambiabamos el mundo una vez más.
Gracias por venir, necesitaba mi sesión de revolución antibolonia.
Por lo demás el día lo he gastado en descansar, limpiar un poco y hacer la compra. Hoy no saldré, aprovecho que mis amigos no salen y así ahorro un poco.
Un abrazo. Ya pienso en nuevos viajes, nuevos pequeños (o grandes) mundos que quiero conocer. Tengo en mente un par de escapadas de Roma.
W.S.
Cerramos
Hace 11 años
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