viernes, 7 de noviembre de 2008

Que sí, que tengo que actualizar, prometo hacerlo más...

Un buen día de septiembre llega uno aquí con cara de despistado. Tan acojonado como ilusionado pronto llama a su tierra para avisar de que está bien. No le da tiempo a regodearse en la morriña porque más de mil son las tareas pendientes para ehcar a andar esta aventura. No está con nadie, no conoce a nadie, así que debe desarrollar sextos y séptimos sentidos que le hagan enfrentarse con cara a cada situación nueva.

Pero poco a poco la cuesta arriba se hace cada vez más llana y uno va encontrando su hueco. Uno viene de jerez, de sevilla, del norte o del sur, de francia o de estambul. Pero casi siempre es la misma historia. No somos tan diferentes. Y al tiempo de andar por aquí se empiezan a caer los estereotipos que para muchos caracterizan esta aventura. Fiestas, borracheras y ligar cada vez marcan menos la verdadera esencia de esto, y dejan paso a tres verbos: conocer, querer, aprender.

Hoy me llamó Pablo. Magali, una de nuestras amigas francesas, andaba chunguilla. Parecen que no le había llegado buenas noticias de Niza y quería salir para animarse. Así que pusimos en marcha todos los mecánismos posibles y en un par de horas éramos más de veinte en su casa. Hombre no podemos olvidar que aquí no hace falta insistir mucho para que la gente vaya a una fiesta. Pero la realidad es que las relaciones que poco a poco hacemos aquí son diferentes. Aquí somos los que estamos y muy dificilmente podemos volver la mirada en busca de la familia o los amigos de siempre. Estamos siempre juntos, muchas horas al día. Nos tenemos para lo bueno y para lo malo, al fín y al cabo. Para las borracheras y para las tardes de lluvia y morriña. Para salir sin guión establecido y para el aburrimiento más brutal. Para el mal de amores y para las historias que contar.

Lo sé, debo escribir más, pero es que ultimamente no alcanzo a tener la tranquilidad y la inspiración para escribir algo coherente. Prometo intentar encontrar más momentos en los que abriros la mirilla a mis historias en esta ciudad. En resumen, la semana siguió en esta línea ascendente que poco a poco va marcando este año. Mucho más que Obamas y McCains, hubo noches de "todo un poco" por el tevere, tardes de café en alguna casa, mañanas en clase (por fín!!), pomeriggios en el cesped de la universidad, noches con mis compis. No me puedo quejar, la verdad.

Me acuesto ya, que me retiré del Max Tyler (bar en el que solemos acabar tantas noches, más canalla que el Donvito y más oscuro que la Vega, una mezcla de sombrerito y gorila) temprano para poder dormir que mañana vienen mi madre, mi abuela y mi hermano. Al final, como casi cada noche, me dieron las tres de la mañana despierto. Al menos ahora conseguí encontrar la tranquilidad para charlaros un ratillo.

Ciao!.Estoy mitad nervioso, mitad ilusionado con las próximas vistas. Os echo de menos...

W.S.

P.D.: tenía escrita una entrada contando más tranquilamente muchas de las cosas que he hecho esta semana, pero por azares y maldades de la conexión, mezclado con una pizca de torpeza informática, lo he perdido.

P.D.: Que sí, que actualizaré más a menudo. Intentaré volver a la línea de día sí, día no. Pero no prometo nada...No dejen de leerme.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

un besito gre¡

marti

Anónimo dijo...

por supuesto k no te dejo de leer!

jeje, me imagino que este finde estará siendo muy guay no?? aprovechalos a todos!

un besito muy fuerte y sigue asi, pasito a pasito..

se te echa mucho de menos..

C.P

Anónimo dijo...

me tienes que contar como te va j.i!!!!

Anónimo dijo...

Feliz cumpleaños kiwimelon :)